Aprovechando que el coche de alquiler no lo teníamos que devolver hasta las 10:00, fuimos con el coche hasta las playas del papagayo, esta vez sin tener que sufrir con el carro del bebé. Como ya hemos comentado no nos cobraron, de hecho no había nadie en la garita del guarda.
Después de disfrutar del entorno, volvimos al hotel.
Como ultimo día que era tras la breve excursión de la mañana, nos quedamos todo el día en el hotel disfrutando del mismo y dejando que el peque se bañase hasta hartarse.